Queda prohibido no buscar la felicidad. Equivócate, mete la pata, jódelo todo, cómprate un avión sin retorno, haz el ridículo, duerme en un portal, deja todo por un sueño. Pero nunca dejes de intentarlo. Y jamás des por perdida la partida, cree en ti. Y aunque duelan las heridas, cúralas. Es mucho lo que tenemos y estamos tristes por lo poquito que nos falta.
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Cuentame al oido.